jueves, 28 de julio de 2011

Mi inesperado desalojo

Me asombra la velocidad con la que uno se vuelve popular en Tumblr. No sé que tan sano sea el microblogging. Para remediar cualquier efecto nocivo contaré un pequeño inconveniente sobre mi habitación. Hace unos días recibí una llamada de mi arrendador en la que me daba 8 horas para abandonar mi habitación. Lo mandé a la mierda. Se puede pensar equivocadamente que no le he pagado la renta en mucho tiempo. Los verdaderos motivos son una serie de adelantos en la renta que cubren hasta el mes de agosto y, por la insoportable humedad, mi aviso de desalquilar el cuarto. El muy cabrón necesita rentar el cuarto en Julio para aprovechar a los estudiantes de nuevo ingreso. Aunque me propuso devolverme el último mes, no pude aceptar porque ya estaba preparado para mi viaje de varias semanas a Mérida. Me amenazó con sacar mi cosas si no lo desocupaba el 22 de Julio bajo el pretexto de que el pago del mes restante se cobrara "por daños causados" al inmueble. Llegó histérico a la casa el viernes en la noche cuando afortunadamente se encontraba mi tío quien me llevaría de regreso a Yucatán. Lamente que mi tío no lo puteara en ese momento.

He estado aquí en Mérida desde el sábado junto con con algunos amigos de la universidad que invité a mi casa. No se preocupen por mis libros, herramienta, telescopios, discos de bandas quenadieconoce, amplificadores, bajo, guitarras, posters, robots, ropa, souvenirs, fósiles...  Todo está repartido en Puebla. Por alegres casualidades del destino aseguré la mayor parte de esas cosas la noche del viernes. Dejaré en misterio cómo lo hice.

No entiendo por qué mis viajes a Mérida siempre son extraños.

1 comentario:

Guerrero dijo...

Vaya que genio del tipo...
Igual y ahora podrás vivir sin goteras.

Saludos!! (disculpa seguir medio ausente en Blogger)