Tengo una bandera de Inglaterra colgada justo arriba de la cabecera de mi cama. Si, la bandera de Saint George. La razón por la cual conseguí esta bandera y no la de Reino Unido es por los 4 espacios blancos. De otra manera la tinta negra de las firmas de mis amigos no tendrían tan buen contraste. A diferencia de muchos de mis compañeros de mi estancia en las islas británicas, les pedí a todos ellos escribir en sus lenguas maternas. Cada vez que siento que mi mundo se cae miro esa pared y recuerdo el inmenso tamaño de la Tierra. Veo entonces en un sólo cuadro las historias de la gente de todas las esquinas del mundo, separadas por la distancia pero envueltas en la misma lidia eterna con la vida. No, aunque hemos llegado a pensarlo muchas veces, nunca hemos estado realmente solos.
1 comentario:
AL final no dejamos de ser un diminuto punto azul en la inmensidad del universo, pero cuántas grandes historias no se escriben en ese punto.
Saludos!!
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