domingo, 25 de octubre de 2009

Happiness Is a Warm Gun

Después del ENIATyC 2006 juré que una situación como la ocurrida no me volvería a pasar nunca. Ahora, debo decir con bastante frustración que la misma situación en circunstancias muy similares, aunque esta vez en un ambiente más exótico y protagonistas multinacionales, volvió a suceder. Si, me lo temia. Es interesante que a pesar de las grandes diferencias de ambiente fue, en contexto, la misma situación. Cada vez que pienso en eso, en mis errores y los pequeños y buenos detalles que he dejado de vivir por ellos, me entra la duda de hasta qué punto tenemos control sobre quienes somos. Gran parte de nuestra forma de ser debe tener su origen en hechos efímeros y asilados, totalmente casuales. Para bien o mal parece que asi son las cosas. Pero disculpen la ambigüedad, el hecho es que no tengo que describir a detalle y con esquemas mis problemas de psiquis, que viéndolo de un modo sería hasta cierto punto algo útil.

Es más, mejor hablemos de mi segundo peor error en la OLAA:

Maginitud estelar

Lo que más me gustaba de los atardeceres cuando era niño y tenia todo el tiempo del mundo para observarlos día tras día, era cuando poco a poco iban apareciendo las estrellas y los planetas en el cielo. El clima de esta época me hace recordar mejor el orden en el que lo hacen en el cielo de finales-principio de año. El primero, a veces era Venus, siempre cerca del Sol. Después volteaba a ver al este, que quedaba a la derecha de mi patio a esperar que apareciera Sirio, del Can Mayor luego Procyon, del Can Menor...Rigel...Betelgeuse en Orión y el resto de las estrellas. Nunca dí con la hora exacta en la que la noche entraba.

Todos objetos del cielo tienen un brillo especifico. Lo curioso es que la escala usada esta invertida al sentido común; los objetos más brillantes tienen números pequeños llegando hasta ser negativos si son muy brillantes como Sirio (-1.4) o el Sol (-26), los mas débiles tienen valores de magnitud más grandes. La estrellas más débiles que se pueden ver a simple vista tienen una magnitud de 6. No es algo muy empírico, pero reclamenle a Hiparco por eso.

Esto entonces es algo fundamental que siempre debe tomarse en cuenta, por lo cual, si se llegara olvidar en un examen de alguna competencia internacional el sujeto en cuestión debe ser... eh...

Si, ¡SOY UN PENDEJO!

...Pero de ahí en fuera, fue un muy muy buen viaje, eso si. El mejor en muchos años.

1 comentario:

Guerrero dijo...

Hey!! hace mucho que no pasaba y no te veía... que bueno verte.

Jaja te quejas de cosas que muchos de los mortales ni sabíamos, no sabía que se medía de esa forma la intensidad y emnos aún qué estrellas (o planetas) salen primero... pero esos errores tan simples son los que más duelen no??


saludos