...siempre me ha llamado morbosamente la atención, al igual que el cultivar plantas. Ya que aquí no ha llovido desde hace meses tengo que regar mis jitomates por las mañanas, lo que me hace darme cuanta de lo rápido que crecen. Son los hijos de un pobre jitomate podrido que no me comí.
3 comentarios:
Siempre creí que crecian lento... lo intentaré un día.
Claro, las lluvias en esta época son una cosa tan rara.
saludos
Acá empezó a crecer una mata de jitomates pequeños pequeños cuya procedencia nadie pudo adivinar hasta que, en un flashback, recordamos que se nos derramó una salsa durante una fiesta familiar. Sí, de esas salsas en las que flotan las semillitas de jitomate. Eran del tamaño de un chicle de bola, dulces, muy dulces y jugosos.
Sí, es un mundo extraño.
¡Semillas de una salsa! jajaja vaya que la naturaleza es curiosa. Precisamente temo que mis jitomates salgan pequeños, yo creo que habrá que echarles abono o o algún tipo de radiación, ja.
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