Soft as Snow (But Warm Inside)

Algunas entradas y escritos basura de meses pasados, nada relevante realmente. Su lectura es opcional. Opcional.

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[23 de Febrero de 2010]

Hoy se me quito la tos. Empiezo a dudar que sea normal que me dure tantas semanas.

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El día en que la conocí sostenía algo como una bazooka de fabricación casera a base de alcohol (ahora sé que les dicen semibazucas) que después me enseñaría a disparar como parte de un taller impartido por estudiantes IUPAC durante las asesorías para la OLAA a finales de Septiembre del año pasado. Una semana antes de salir para Rio. Usamos como blanco las palmeras del jardín de los edificios de Astrofísica del INAOE. Por suerte no rompimos ninguna ventana (les diré que tengo la mala fama de romper cosas en el instituto). Aunque fue hasta un mes después, el 23 de Octubre exactamente, cuando ver su sonrisa bajo la tenue luz de la Luna de primer creciente me hizo sentir un fuerte escalofrío. Normalmente uno podría exagerar al hablar de la sonrisa de una mujer, pero siendo realmente sincero debo decir que la suya es perfecta. Había más de 300 telescopios esa noche, todos apuntando a la Luna, 400 tal vez, realmente no recuerdo el conteo final del Reto México en Puebla. Desde entonces se me ha hecho casi costumbre verla de noche, entre un bosque telescopios azules. Después de mi último… ¿cómo decirlo de otra forma?... fracaso amoroso, no tenía ni quería planes de uno nuevo. Pero no la esperaba. Su bonita mirada al hablarte, su carácter tan lindo y asociar el cielo y las estrellas con ella fue demasiado intenso como para resisitirme. Me di cuenta de que estaba totalmente loco por ella semanas después, durante el She is an Astronomer en la explanada de rectoría de CU. No sentí el tiempo que estuve con ella, hasta que me llamaron la atención por desatender el telescopio. Hasta ese momento nunca había sentido tanta euforia y soltura hablando sobre estrellas y contando la sus historias ante un pequeño público en la explanada de rectoría en CU. Me emocionó la idea de estar mejorando como orador. Suspirar en la noche siempre es agradable. Esa noche en particular fue muy fría, tanto que se volvió insoportable para mí horas después mientras caminaba solo y tiritando a un lado de la cerca de la universidad rumbo a mi casa. Pensaba en lo casualmente romántico que llega a ser un láser verde en algunas ocasiones. Algo así te deja ciego en menos de 2 segundos de impacto directo. Siempre he querido tener uno propio [edit: No solo tengo uno, ¡ahora los vendo!]. Pensé tanto en ella.

Pocas veces me invitan directamente a colaborar en esos eventos [edit: ahora ya lo hacen =) Se los agradezco], tal vez porque saben que casi siempre terminaré en ellos haciéndola de algo . Debo confesar que mi mayor motivación para ir a la FILEC de este año era, por supuesto, verla otra vez después de más de dos meses. Esta vez no esperé que me costara tanto hablar con ella. Tal vez porque verla otra vez a la luz del día me sacudió los nervios. No recordaba sus bonitos labios bajo el Sol. La vi muy poco durante el primer día, estaba bastante ocupada. Pasé el resto de la tarde atendiendo escuelas en el planetario inflamable reviviendo mis tiempos en el Arcadio. Ese día pensaba decirle pero no encontré el momento, ni volví a encontrarla. Cosa bastante prudente pues supe más tarde que tenia novio, lo queme amargo un poco el resto del fin de semana. Fue hasta en la noche del día siguiente al terminar la velada astronómica, el 14 de Febrero, que tan sólo pude decirle algunas cuantas palabras de temas de conversación forzados. Me gusta pensar que ella me contagió su resfriado. Me duró mucho, como siempre.

[3 de Marzo de 2010]

Atlixco queda como a 40 minutos de mi casa [edit: Son más definitivamente]. No voy muy seguido. De hecho, ha pasado más de una año desde la última vez que fui. Cuando le dije a algunos amigos que iba a ir a la Feria de las Matemáticas me dijeron casi en coro “ya sé a que vas, cabrón”. Bien, tenían razón soy bastante obvio. Y me vale.

Ahora les explico mi interesante pretexto proyecto: Compuertas Lógicas y álgebra de Boole

Todos los días usamos algún aparato electrónico y es hasta es chocante decirlo. Pero la gran mayoría de la gente no tiene ni una buena idea de cómo funciona la electrónica digital. Bien, mi idea es exponer lo más elemental en el tema; las compuertas AND, OR y NOT (inversor), y el algebra que las describe. Se me ocurre hacer dos aparatos con 3 display’s , dos botones y un circuito con una base de integrado cada uno para visualizar las funciones. No creo que sea muy complicado. (Update: No sabía una mierda de lo que estaba diciendo*)

* Por falta de tiempo construimos sólo una. Tuvimos problemas con algo llamado 3º estado. Se nos ocurrió usar una placa de aluminio y cortarla nosotros, la cagamos varias veces con la fresadora pero fue bien chido.

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[19 de Marzo de 2010, entre las 2 y las 4 de la mañana (oyendo el Soft Bulletin)]

Esto no está bien. Estoy pedo, ya es bien pinche tarde y apenas voy soldando el circuito de las placas. Recuérdenme no revolver dysplays (sic, estaba pedo recuerdan?) de ánodo común con cátodo común en estas cosas. La feria es en pocas horas, ¿por qué estoy escribiendo?

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[Entre el 22 y 30 de Marzo de 2010]

Cuando me preguntan cómo me fue en la feria no estoy muy seguro de que contestar. Así que vamos a dividirlo.

Lo bueno; Después de la chinga y a pesar de las fallas continuas gracias a nuestro querido amigo “tercer estado” tuvimos mejor impacto que el esperado. Por los comentarios de los niños al ver nuestra exposición podemos decir que habrá al menos dos o tres nuevos electrónicos en el país (trágate esa, Derecho!). Luego de la feria nos fuimos acampar a Metepec, comimos carne semi-cruda sin cubiertos como buenos neandertales y conocimos a una chavas de Derecho y nos pusimos decentemente ebrios.

Lo malo (recalquemos la palabra malo): Acabé dormido en el pasto mirando al cielo con mi Canon G10 con memoria de 8 Gb en la mano. ¿Tengo que decir que le pasó a la cámara? No. (Si, la verdad le lloré. Tantito, pero si)

Sé que falta un detalle. La vi, por supuesto. Llevaba su uniforme blanco y rojo, estaba sentada con alguien a la orilla de la carrera cerca del centro. Me quede pensando en el mensaje que le mandé desde el celular de una amigo después de tomar tequila en mi cumpleaños. De no haberme regresado al banco antes de irme a Metepec no la hubiera visto. Pase caminando atrás de ella. No me vio pasar ni me atreví siquiera saludarla. Y es que hay días en los que noto que me paso de imbécil.