Hoy, como lo he hecho desde hace 5 años consecutivos, comienzo con mi largo y discreto ayuno. Digo largo porque realmente sufro cada uno de los, en realidad, más de 40 días. La mayoría católica del país, supongo, se conforma, cómodamente por tradición incompleta, a abstenerse de comer carne los días de vigilia. Puedo asegurar, o por lo menos no he sabído, que pocos de los fanáticos que conozca no se abstendría por un periodo así de algo que disfrute, pero si creer firmemente que hasta pecamos con el hecho de nacer. ¿Por que hago esto? Por simple voluntad es la respuesta mas corta que siempre doy cuando alguien me lo pregunta. Me soprende que a veces sea más religioso que otras personas en algunos sentidos.
Después de todo, dejar los refrescos por un rato es una de las cosas mas saludables que se pueda hacer. Pero es más difícil de lo que parece.
“-Se han librado, cierto. Lo de siempre. Se libran de todo lo desagradable en vez de aprender a soportarlo. Pero ustedes no hacen ni lo uno ni lo otro. Ni sufren ni luchan. Se contentan con abolir en redondo tiros y saetas. Demasiado fácil.”
Huxley, “Un mundo feliz, XVII, 222”
1 comentario:
mis amigos más católicos (de hecho una amiga da cetecismo) sólo dejan de comer carne los días más importantes de la cuaresma y no creí que conociera talguien que aguantara tanto... lo bueno que no soy católico, pero aunque lo fuera creo que no podría soportarlo... digo tampoco soy carnivoro pero cuando extrañas algo...
saludos
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